OJO SECO

El ojo seco es una enfermedad ocular mucho y más frecuente de lo que nos pensamos y una de las consultas más habituales en la farmacia.

Aun así, el tratamiento del ojo seco es complicado puesto que es una enfermedad multifactorial. Además, no tiene una solución definitiva, pero las lágrimas artificiales mejoran mucho la sintomatología.

Tipos de ojo seco

Existen dos tipos de enfermedad de ojo seco:

  • Ojo acuodeficiente: es el ojo que no produce suficientes lágrimas o que las lágrimas que produce no son suficientemente lubricantes. Lo padece un 20% de la población aproximadamente.
  • Ojo evaporativo: es el ojo cuya superficie ocular tiene una estructura deficiente, de tal manera que la evaporación de las lágrimas es mayor. Hasta un 80% de la población aproximadamente padece ojo seco evaporativo.

Factores de riesgo

Existen varios factores que favorecen el ojo seco, como por ejemplo:

  • La edad: Conforme envejecemos la deshidratación de la piel y mucosas aumenta
  • Ser mujer: La pérdida de estrógenos en la menopausia causan cambios en la epidermis y mucosas que conllevan una deshidratación progresiva.
  • Déficit de vitamina A: Puede ser debida a múltiples razones, como malabsorción o ingesta deficiente.
  • Tratamiento con antihistamínicos: Su mecanismo de acción provoca sequedad de piel y, sobre todo, de mucosas.
  • Terapia estrogénica.
  • Cirujía corneal.

Tratamiento

El tratamiento de elección para el ojo seco son las lágrimas artificiales. Pero no todas las lágrimas artificiales son iguales. Una lágrima de calidad y efectiva en el tratamiento del ojo seco debe ser:

  • Mucoadherente, humectante y lubrificante
  • Compatible con el uso de lentes de contacto
  • Sin conservantes
  • Sin fosfatos
  • Con bajo contenido en sodio
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